Al comienzo enviamos a los estudiantes de grado sexto de la Institución Educativa Agroecológico Amazónico Buinaima, de Florencia, doce guías de diez cuartillas cada una y con todas las áreas separadas; es decir, se reprodujeron las islas de la escuela presencial. Luego se hizo una caracterización inicial de la institución para identificar los principales obstáculos: familias numerosas sin computador ni conectividad, solo con un teléfono celular, pero sin plan de datos; casas pequeñas, inseguridad alimentaria e indisciplina social frente al distanciamiento social.
Los docentes presentaron una propuesta de integración curricular en tres grupos de la educación secundaria, coordinados por equipos que diseñaron actividades de carácter interdisciplinario para atender dos prioridades: garantizar la vida de los niños y lograr la seguridad alimentaria de las familias (solares de sus casas).
Se declara haber rebasado la planeación curricular aislada para 6° grado, trabajar con 5 posters en lugar de guías descontextualizadas de 80 cuartillas, liberarse de los libros de texto, aprender a transcribir 40 audios de los estudiantes para evaluar sus procesos
Lo primero que hicieron los docentes fue realizar un “diagnóstico” a nivel departamental para mirar con qué recursos tecnológicos contaban las familias que les permitieran una óptima comunicación: el celular era la principal herramienta de los hogares y los docentes; las familias no tienen tableta, computador ni conectividad que les permitiera desarrollar procesos pedagógicos a través de plataformas o herramientas de videoconferencia.
La comunicación se adelantó por Whatsapp: mensajes de texto y llamadas telefónicas; las instituciones entregaron guías in situ a las familias que tenían solo un teléfono; muchas de las instituciones también entregaron textos impresos descargados de las páginas del Ministerio de Educación; otras instituciones entregaron libros que venden las empresas para la preparación del examen del Icfes de 1° a 11°. A los profesores les tocó adaptar su trabajo y sus guías a este tipo de texto.
Algunas de las instituciones entregaron a los padres de familia las tabletas o los computadores que tenían en el colegio, como donación del MEN en años anteriores.
La experiencia en la Institución Educativa La Paz donde trabaja se dividió en tres fases:
La ciudad capital, Bogotá, también tiene problemas de conectividad; siempre hay modos de establecer puentes entre la escuela y la familia, solo que ahora la familia ya está en la escuela. Se puede avanzar en el proceso de aprendizaje cuando hay familias constituidas o se establecen relaciones de cooperación entre sus miembros.
Se constituyó un equipo de trabajo que incluyó a un integrante del sindicato para hacer acompañamiento institucional. Las escuelas rurales también colapsaron por la entrega masiva de libros de texto y guías fotocopiadas, utilizando la canoa y las famosas lecheras (vehículos que transportan la leche).
Se unen los profesores de distintas áreas disciplinares para pensar en proyectos desde la ganadería, la agricultura, el Parque Nacional Natural Alto Fragua Indi Wasi (la casa del sol), el viaje de la leche a través de la canoa por el río Caquetá, el recetario de medicinas tradicionales con los grados 9°, 10° y 11° y el uso del blog para acceder a los trabajos de los estudiantes de preescolar. Los profesores que están afiliados al Nodo Amazonia han organizado las integraciones curriculares en cada una de sus instituciones. Los docentes que no están en la Red Lenguaje solicitan apoyo metodológico para saber cómo hacer la integración curricular.
No estamos asumiendo una educación virtual porque las condicione para ello no existen; en ese tiempo tuvimos que ponernos a hacer guías, cometimos muchos errores y fueron los mismos padres los que nos hicieron aterrizar cuando los estudiantes se enfrentaron a estas primeras guías, que se resideñaron a partir de la primera semana de mayo, teniendo en cuenta los factores contextuales de las familias. Las nuevas guías se las reciben los estudiantes a través del WhatsApp y en físico a quienes no tienen siquiera celular.
En el sector rural quienes llevan y traen estas guías son los señores propietarios de carros que hacen las rutas a las veredas, las personas de las juntas de acción comunal y el señor que recoge la leche en el campo. En Ibagué, los profesores suben guías a una plataforma y tienen encuentros sincrónicos y asincrónicos con los estudiantes. Los profesores de la Red Pido la Palabra, dentro de la Red Lenguaje, trabajan la pedagogía por proyectos y las secuencias didácticas con los estudiantes desde la producción de textos, en los que expresan lo que viven y sienten; han tenido contacto con escritores y autores de obras literarias a través de plataformas y utilizan los libros virtuales dispuestos por las bibliotecas públicas.
Las experiencias de los docentes del nodo Bogotá se agrupan en tres grupos.
El envío de talleres y materiales de trabajo por el río también se vive en el Guaviare; se considera oportuno la distribución de los libros de la Colección Semilla en carros o caballos que transportan la leche. Se hace visible la formación continua que han recibido las tres panelistas a través del trabajo en grupo como impronta promovida por la Red Lenguaje. La coyuntura vivida por la escuela ha permitido comprender la potencialidad de los estudiantes y de los mismos docentes. Se percibe en los comentarios y preguntas de los asistentes al foro que hay un interés por hablar, por socializar lo que están haciendo y por esperar de otros sus puntos de vista sobre las estrategias que están implementando.